El pasado domingo, 24 de marzo, tuvimos la suerte de poder realizar la I Travesía por la Alpujarra Baja. Fuimos a la salida 21 socios. Pese a que estaba previsto cubrir 21 kilómetros de ruta, por circunstancias realizamos un recorte, terminando la ruta en aproximadamente 12 kilómetros y medio, con un desnivel acumulado de unos 1.000 metros. La ruta no tiene ningún tipo de dificultad.
Comenzamos, después de un buen rato de carretera repleta de curvas, en la carretera de la Contraviesa Baja. Desde allí descendimos por una carreterilla hasta cruzar el río Guadalfeo, al que íbamos viendo durante nuestro trayecto de ida. Una vez pasado el río, tocaba volver a ascender, que era la tónica de toda la ruta. Por la Rambla de Notáez llegamos al pueblo del mismo nombre. El pueblo era muy pequeño, pero conservaba la esencia de los pueblos de la Alpujarra. Para poder llegar hasta la fuente tuvimos que pasar bajo dos tinaos preciosos.
Saliendo del pueblo, iniciamos una intensa subida hasta alcanzar la carretera. Un rato más de esfuerzo y camino y paramos para reponer fuerzas. El lugar no podía ser mejor: observando desde las alturas todo el abrupto valle del río Trevélez. Enfrente quedaba también el pueblo de Busquístar, a donde nos dirigiríamos. El día, además, radiante y cálido ayudaba a disfrutar más la ruta.
Debíamos descender por una vereda hasta cruzar el río Trevélez por un puente de ladrillo. Y como durante toda la ruta, todo lo que bajábamos, habíamos de subirlo inmediatamente. Así llegamos a Busquístar. La calima de estos meses pasados ha castigado mucho a estos pueblos de la Alpujarra, normalmente encalados y blancos, mientras que ahora la mayoría tenían las paredes pintadas en marrón a causa de estas tierras.
Aún nos quedaban dos pueblos más por los que pasar antes de llegar a Pitres: Ferreirola y Atalbéitar. Sin embargo, no atravesamos los pueblos, sino que los bordeamos en sus extremos. Como habíamos hecho un recorte para llegar antes, el camino a Pitres no era demasiado largo, pero sí muy bonito. Recorrer los bosques alpujarreños con un día primaveral tan excepcional como este fue toda una experiencia. Alcanzamos el pueblo de Pitres después de cruzar el río Bermejo. Allí pudimos descansar y reponer fuerzas en el bar hasta regresar en autobús a Granada.
Comentarios Recientes